El equipo de Rodrigo Hernando saca un valioso empate tras remontar un 0-2 al descanso, con goles de Chema Moreno y Cristo Díaz por parte local.

CD Izarra: Julio Iricibar; Eguaras, Cabrera, Iván Casado, Eneko Martínez, Juanlu Cisneros, Cristo Díaz; Iván Garrido, (Javier Areso, min. 84), Francis Suárez (Chema Moreno, min. 69), Deivid Eugenio (Sagués, min. 60); Gorka Laborda.

Real Racing Club: Iván Crespo; Aitor Buñuel, Óscar Gil, Olaortua (Jordi Figueras, min. 73), Julen Castañeda; Sergio Ruiz, Kitoko; Nico Hidalgo (Cayarga, min. 69), Quique Rivero (Rafa de Vicente, min. 78), Enzo Lombardo; Dani Segovia.

Árbitro: Palencia Caballero (Comité Vasco). Amonestó a los locales Eneko Martínez, Eguaras, Cisneros y Casado y a los visitantes Kitoko y Quique Rivero.

Incidencias: Tarde muy calurosa en el campo de Merkatondoa, rondando los 30 grados.

Público: Unos 700 espectadores en las gradas del estadio estellés, de los que más de un centenar era seguidores verdiblancos que se desplazaron hasta la localidad navarra para acompañar a su equipo.

El Detalle: Después de perder dos puntos que tenía amarrados en Merkatondoa, el Racing se descuelga del vagón en el que viajan los primeros clasificados, pese a que sigue sin conocer la derrota tras cuatro jornadas de Liga. Por su parte el Izarra mantiene su gran momento de forma, que continúa invicto en este magistral arranque liguero de los de la Ciudad del Ega.

La pizarra de las alineaciones de Merkatondoa es la antítesis visual del fútbol moderno. Balompié modesto. En una de las paredes del estadio estellés luce el tablón negro impasible. Impertérrito al paso del tiempo. Con sus infinitos borrones de tiza que anuncian los protagonistas de cada jornada de juego. Merkatondoa, con su sonoro nombre, es historia viva de la Segunda División B. Con su encanto, que se vuelve en contra de los foráneos que traspasan sus muros en busca de una victoria que casi nunca llega. Por sus características, con su tamaño no demasiado grande y su césped artificial de incunable generación, el feudo del Izarra suele llevar al límite al equipo visitante. Porque esto es el fútbol de bronce. En Primera y Segunda División, todos los estadios son prácticamente perfectos. En Segunda B, cada infierno tiene unas características condicionantes. Charles Darwin haría estragos en la Segunda División B, porque es un auténtico tratado de ‘adaptacionismo’ para elegir al mejor. Hay que saber mandar, jugar bien, ser capaz de sufrir, defender la vida propia y sacar provecho de cada una de las oportunidades que se presenten. Y el Racing lo fue, pero no lo suficiente. Después de una primera parte solvente, en la que dejó la contienda encarrilada, un exceso de confianza de los verdiblancos costó muy caro. Los de Iván Ania pagaron su osadia con un empate. Y casi que pudieron dar las gracias por el punto porque el Izarra a punto estuvo de culminar la remontada en una acción en la que Areso en una internada por banda cedió el balón a Sagués, pero éste remató por encima del travesaño por muy poco.

El Izarra consiguió un punto de oro a pesar de irse al descanso perdiendo 0-2 ante el histórico y potente Racing de Santander y de sentirse bastante maniatado por el rival durante los primeros 45 minutos.

Tras el paso por los vestuarios, sin embargo, el Izarra mostró una versión completamente distinta; mantuvo más el balón, adelantó líneas y estuvo incluso a punto de llevarse la victoria en el descuento con la gran ocasión de Sagués que mencionábamos. Con la conclusión de esta cuarta jornada de liga, el Izarra se mantiene una jornada más en la quinta posición con 8 puntos, aunque empatado a puntos con el segundo clasificado.

Primera parte; monopolio del Racing en Estella, que se va al descanso con una diferencia de 2 goles.

Como se ha dicho, los cántabros tuvieron el control del partido en la primera mitad y, aunque tampoco gozaron de numerosas ocasiones, sí estuvieron acertados cuando había que estarlo demostrando su cartel de equipo grande de la categoría. A los doce minutos, Aitor Buñuel adelantó al Racing tras meter un centro que, tras tocar Casado involuntariamente, se coló en la portería. El Racing era dueño y señor de la posesión del balón, pese a que la zaga estellesa se mostraba muy segura y no concedía ocasiones a la ofensiva santanderina. En el 36, en otra de las no muchas ocasiones que dispuso, Nico Hidalgo cedió para la internada de Aitor Buñuel por la derecha, puso un centro buscando a Dani Segovia en el segundo palo que no lo encontró en primera instancia porque tocó primero Iricibar en primera instancia, pero tras el rechace del portero en el despeje, corrió el espigado delantero Dani Segovia para cazar el balón y empujarlo a placer al fondo de la red. El gol supuso un duro varapalo para el Izarra y en un principio pareció el tanto de la sentencia. En esa primera parte los de Estella tuvieron algún acercamiento con peligro, pero no supieron materializar las ocasiones. Todavía pudo poner más tierra de por medio el Racing, en un lanzamiento de falta muy peligroso protagonizado por Quique Rivero que se marchó rozando la cruceta de la portería de Julio. Con el resultado de 0-2 se llegaba al descanso y el partido se le ponía muy cuesta arriba al Izarra.

Segunda parte; vuelco total a la situación por parte del Izarra, que logra empatar y pudo llevarse la victoria.

En el descanso parece que ambos equipos se intercambiaron los papeles completamente. El Izarra salió a morder y a reducir diferencias cuanto antes, en busca de un gol que le pudiera meter en el partido, aunque bien es cierto que el Racing pudo aumentar la ventaja con un gol anulado por fuera de juego a Olaortua tras un remate de cabeza en una falta.

El Izarra intentó el gol, y a punto estuvo de lograrlo primero Laborda con un remate de cabeza que se marchó fuera por poco y 5 minutos después Cisneros en una acción en la que Crespo, que apareció por primera vez en el partido, protagonizó una gran parada tras una gran jugada individual del centrocampista navarro. En el minuto 70 se pidió un posible penalti sobre Chema Moreno, que acababa de ingresar al césped, pero el balón acabó en córner para los blanquiazules. A los 2 minutos, Chema Moreno anotaba de cabeza con un gran cabezazo tras un magistral centro de Cristo Díaz en el lanzamiento de una falta. Con este gol el Izarra se metió en el partido, la grada apretó más y llevó en volandas a su equipo en busca de un empate que acabaría llegando. Los de Rodrigo Hernando, que continuó moviendo el banquillo dando entrada a jugadores de ataque, siguieron insistiendo, y en la que fue seguramente la mejor jugada de la tarde lograron el 2-2 apenas 10 minutos después del primer tanto. Corría el minuto 82 e Iván Garrido se metió hacia dentro, llegó a la frontal del área, se revolvió entre varios defensores cántabros, vio a la izquierda la internada de Eneko al área, a quien cedió el balón un balón raso para que el lateral pamplonés pusiera un centro al segundo palo, donde apareció solo libre de marca Cristo Díaz, quien empalmó una espectacular volea para poner las tablas y llevar el delirio a las gradas de Merkatondoa. El Izarra se encontraba en unos muy buenos minutos y no se conformaba con el empate, quería más, fue ambicioso, buscaba con ahínco el tercero y el público de Merkatondoa empujó y empujó en busca de una gesta histórica para nuestro club. Y de tanto apretar y con Merkatondoa totalmente volcado, en una internada en el minuto 91 del cascantino Javier Areso por la izquierda, buscó a Carlos Sagués por el centro que se encontraba de delantero centro, pero su remate finalmente se marchó por encima del travesaño de la portería de Iván Crespo. Al final, en el minuto 93, el Racing pudo lograr el tanto de la victoria en un saque de esquina que se paseó y no encontró rematador.

Tras el final del partido, la afición supo reconocer el mérito del equipo tras remontar un 0-2 a todo un Racing de Santander y le despidió con una más que merecida ovación.

La próxima jornada, viajaremos a Durango para medirnos a la Cultural de Durango en el Campo Municipal de Tabira. El encuentro será este sábado a las 7 de la tarde.