El equipo de Estella encajó cuatro goles en su visita al Alavés B, que se mostró superior.

El Izarra encajó una dura derrota ante un Alavés B muy superior. A pesar de que el equipo navarro llegaba en una buena dinámica, y se encontró incómodo desde el comienzo. Mahmoud, al filo del descanso; Víctor López, Paulino y José Luis, ya en la segunda mitad, marcaron los goles.

La primera parte comenzó con mucha intensidad, pero fue el cuadro local quien empezó a tener las primeras ocasiones. La defensa visitante mostró dudas y, en un rechace dentro del área, Pablo Álvarez dio el primer susto al mandar el balón por encima del travesaño. El equipo de Unai Jauregi mejoró cuando subió las líneas y gracias a la presión llegó a controlar por momentos el encuentro; incluso Toni estuvo de cerca de sorprender al portero del bloque albiazul con uno de sus disparos lejanos.

El primer tanto llegó a pocos minutos de alcanzar el ecuador del partido. En un córner en el que el balón se quedó en tierra de nadie, apareció Mahmoud para abrir el marcador. El equipo visitante salió con mucha energía tras el descanso, pero en una jugada bien elaborada por parte del conjunto local entre Paulino y Víctor López llegó el segundo tanto, que le sentó como un jarro de agua fría al Izarra. A partir de entonces, el equipo vitoriano dominó e incluso se gustó con algunas jugadas de calidad. Unai Jauregi lo intentó sacando toda la artillería con Valdo y Sagüés sobre el campo, pero sus pupilos no dieron ningún tipo de trabajo a Álvaro González. Paulino y José Luis fueron los autores de los goles restantes para dejar el marcador en un contundente 4-0.

El técnico del Izarra, Unai Jauregui, se mostró decepcionado por la derrota cosechada en Ibaia ante el Alavés B. El entrenador aseguró que su equipo tenía el partido “controlado”, a pesar de gozar de menos posesión que los locales. “Tampoco estábamos recibiendo muchas jugadas de peligro, pero no puede ser que en un balón parado nos metan gol. Intentamos reaccionar tras el descanso, pero en otro error nuestro llegó su segundo tanto y a partir de ahí al equipo le costó jugar”. Además, el preparador admitió que, después del paso por los vestuarios, su equipo estuvo “incómodo”. “Fallamos demasiados pases fáciles. No tuvimos habilidad con la pelota, no supimos tener la posesión”, indicó.